5 de julio de 2013

980 vs 687

Hoy tocaba la gran muralla, estaba todo planeado y minutado y sabía que no debía escuchar a los chinos y sus tentaciones... pero a veces, no es tan fácil, sobretodo, cuando te venden la moto en perfecto chino, de que es el camino que hacen los de Beijing.
Debíamos coger el bus 687 para ir directamente a Mutianyu y desde allí coger el telesilla hasta la cima de la montaña, así de sencillo, pero por el camino, me perdí en la tentación...
6:50
Llegada a la estación de autobuses.
7:00
Una china nos convence de que el bus a Mutianyu,  sale a las 8:30, cosa que ya sabía, que era lento, y que iba mucha gente en él, que quizás no había sitio y que había uno que salía antes. Lo de esperar una hora y media lo daba por sentado, pero si el otro iba al mismo sitio...
7:05
Estamos en el bus 980, camino a Miyun, que no se dónde está, pero que se supone, desde allí puedo cojer un taxi hasta la montaña, algo que no quería hacer, pues buscaba el camino más directo, pero ya que habíamos perdido el bus de las 7:00 decidimos coger la otra opción. Puede que al llegar esté en el medio de la nada...
8:00
Nos la han jugado cómo a los chinos. Mis malos augurios se cumplieron y el bus paró en medio de la nada, donde "casualmente" había un chinotaxi de esos "ilegales"  esperándonos. El tipo me pedía 400yuanes y poco más y le muerdo! Esta vez nada de cara de leche condensada, por primera vez desde que llegué a china, puse el modo "bersaker". Le dije que ahí se quedaba, pues ya había previsto alguna chinada así y teníamos un día comodín por si algo salía mal. Después de unos cuántos berridos y algun insulto ligero en mi precario chino, conseguí un buen precio. Parece que el ver que prefería volver a Beijing, antes de pagar, le hizo replantearse las cosas. Y nos llevó no hasta el siguiente pueblo, sino hasta el pié de la montaña.
Dejaremos la experiencia como una de las venturas, que se debe vivir en china, ya que lograr eludir estas chinadas, es prácticamente imposible, por muy avispado que sea uno.
9:30
Después de hacernos buenos amigos en el trayecto, pues estas cosas son como las peleas de machos, después de una reyerta, unas birras, lo solucionan todo.
Al fin llegamos a la muralla. Como mi compañero de viaje es un "señor mayor" como yo le llamo, optó por que subiéramos en teleférico. Así que en apenas 5 minutos estábamos arriba y al haber venido en chinotaxi, no había prácticamente nadie.
12:00
Después de tres horas mágicas, por uno de los monumentos más impresionantes que he visto nunca. Esta vez sí, cogimos el 687 para regresar a Beijing. Previa espera de 2horas y otras dos y media de trayecto sofocante entre chinorros sudorosos.
Así que al final, tal vez el chinotaxi no fuera tan mala idea.
La Gran Muralla, hay que venir a verla, no es un camino fácil, pues en ocasiones se hace realmente dura la ascensión, pero la grandiosidad bien merece la pena. Te sientes tan pequeño, e insignificante, que cualquier azaña superada, se vuelve una nimiedad.


Un abrazo Intrepido:)
Vuestro,
Óscar.

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