14 de julio de 2013

Suzhou Splash

355km/h
Es la velocidad que marca el tren desde Suzhou al Aeropuerto de Shanghai, donde cogeremos el avión a Hongkong, para permanecer allí unos 5 días, antes de volver a China (la de verdad).
La entrada al tren apoteosica! Hacia semanas que no lloraba de la risa!
Menudo guantazo le he dado al chino del asiento de al lado, tanto, que ha resonado por todo el tren, y ahora, esta acojonado acurrucado para el otro lado.
No es que haya puesto de nuevo el modo "Bersaker" es que en China, eso de la ayuda al prójimo no se lleva, de manera que he tenido que poner las maletas sobre el compartimento superior cuya distancia era considerable. Así pues, cuando he ido a quitarme la mochila, al subir el brazo, le he metido tal guantazo al chino, que las gafas que llevaba puestas, han volado por encima de su cabeza y creo que casi lo he noqueado, pues no sabía por donde le venían las tortas! Le he pedido disculpas y le he dado un poco de agua porque lo veía desorientado, pobre chino...  aunque se que alguien por ahí estará dando saltos de alegría:)
19:25
Ya que el avión se retrasa, posiblemente por las lluvias de Hongkong, aprovecho para despedirme de Suzhou. Una ciudad del agua, como muchas de las que rodean Shanghai, a apenas 30minutos en trenecito y lejos del agobio de la gran urbe.
Es una ciudad que ya había visitado, pero que me ha sorprendido, pues no la recordaba tan tranquila. En resumen podría decir que ha sido relajante, ya que en Beijing es algo así como acoso derribo al turista, y aquí, me sentía extraño al no tener que regatear por una botella de agua.
Hemos pasado un día y medio, tiempo suficiente para deleitarnos con los jardines y los diversos canales que atraviesan esta ciudad, que como otras, se está haciendo muy grande. Pero pese a ello, sigue conservando esa esencia de venecia china, por aquello de los canales, pues en poco más se le parece, salvo en el agua.


Pdt: Visité el jardín del tigre que no había en mi anterior visitavisto antes y que para mí es equiparable, con el que hay en Shanghai, tal vez por ese tipo de rocas de infinidad de formas que tanto me gustan.


Próximo destino, si el tiempo lo permite, Macau.
Un abrazo intrepido:) 


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